Sera ha vuelto a su mundo, después de haber estado perdida en un bosque desconocido, habitado por tribus primitivas. Después de haber sobrevivido únicamente gracias al amor incondicional un hombre bestia, y haber descubierto los poderes que la llevaron a ese lugar, este debería ser su final, feliz... pero no es así.
Shaka, el nativo que la salvó, cumplió su promesa devolviéndola a su hogar, sabiendo que al estar en mundos separados, esa sería la última vez que se verían, y su vínculo se rompería para siempre. Pero la satisfacción de haberla puesto a salvo es opacada por la pérdida, la añoranza... y la culpa.
Lo que ambos están por saber es que su vínculo, lejos de haberse roto, ahora es más sólido que nunca.