Dorian se ve atrapado en una siniestra situación cuando es capturado por Carmilla, una vampira despiadada en busca de poder absoluto. La oportunidad de capturar a los fieles secuaces de Drácula, Dorian y Héctor, cae en manos de Carmilla tras la muerte del famoso vampiro. Pero a medida que Carmilla experimenta con Dorian, algo inesperado sucede. Este inesperado giro desafía los planes de Carmilla y deja a Dorian preguntándose si puede confiar en los sentimientos de la vampiresa o si se trata solo de un juego peligroso. En medio del miedo y la incertidumbre, Dorian deberá tomar decisiones que pueden determinar su destino y el de quienes lo rodean.