Tsunayoshi ya iba en su segunda semana de encierro, su depresión era tanta que ni siquiera se permitía salir de su habitación o hablar con alguien de lo ocurrido; la preocupación de su madre y tutor fueron creciendo desde aquella noche donde suponían que había sucedido todo, y se vieron obligados a acudir a la escuela en busca de respuestas. Hibari sabía que era una mala idea lo del baile de Namimori y lo que había ocurrido fue una confirmación; no podía quedarse con los brazos cruzados, tenía que hacer justicia. Motivado por sus sentimientos y exigencias de una pequeña multitud. *Nota: los personajes no me pertenecen, ellos pertenecen a Akira Amano. **Nota: esta es historia tiene Boy Love, la pareja es 1827.