- ¿Qué estás escribiendo? -Se acercó a él, plantando un beso en su frente-. - No tiene importancia, cariño. -Dijo, mientras la observaba con nostalgia-. - Y, ¿por qué me miras de esa manera? - ¿A qué te refieres? Te estoy mirando como siempre lo he hecho. Te estoy mirando de la misma manera en que lo hice cuando nos conocimos. - ¿Estás bien, Esteban? "Te amo, María." Pronunció suavemente, al tiempo que disminuía la distancia que le separaba de la preciosa mujer que tenía enfrente; con la intención de juntar sus labios, y poder amarla, solo como él sabía hacerlo.