Durante mucho tiempo viví en una monotonía constante, me prohibía de hacer cosas normales como salir de fiesta un viernes en la noche por quedarme estudiando. Todo por ser la hija perfecta con las calificaciones perfectas. Tenía la idea de que era lo correcto prohibirme cosas. Así que cuando me doy la oportunidad de estar con Alex, el chico que me gusta y este termina traicionándome, creo que es una forma de recordarme que no merezco ser feliz y que este es mi castigo. Lo que no sabía era que un día me emborracharía en una fiesta por culpa de mi ex y terminaría besándome con un chico que no conozco. ¿Lo peor? Sabía que estaba borracha y me siguió el beso. Nunca lo había visto, pero ahora parece que está en todas partes recordándome mi error, lo que hace que lo deteste. Pero lo que más me molesta es como mi corazón se acelera cuando está cerca. ESTA HISTORIA ES UN BORRADOR