Renací en una novela, una de las novelas favoritas de mi mamá, que me había leído en mi niñez, pero para cuando me di cuenta ya era demasiado tarde.
Soy Amy, bueno ahora soy Gabriela, era una espía, pero morí a la edad de 26 años, en la misión que me dio la organización, la jefa de la organización, solo me había usado para llegar a lo mas alto, yo solo quería ser libre.
Viví toda mi vida como un pájaro enjaulado sin libertad, en esta vida viviré a mi manera, sin ataduras, hare lo que me plazca. No dejaré que le hagan daño a ningún ser querido, viviré con mi familia en el campo, feliz y en paz, pero éntonce, CUANDO FUE QUE TODO EMPEZO A SALIR MAL.
Tuve que separarme de mis padres, cree un imperio para tener suficiente poder para poder reunirme con mis padres y sin darme cuenta cree un harem muy grande sin darme cuenta.
-Te daré el mundo si quieres, dijo besando mi mano.
-Gabi, déjame ser mordido por ti, dijo poniendo mi mano en su rostro.
-Déjame ser tu amante, así que muérdeme, dijo la villana, con ojos de cachorito
Me di cuenta de que no soy la única reencarnado, de los extraños recuerdos y visiones que hacen que mi vida no sea tan pacífica como quería.
Yo solo quería vivir feliz y en paz, porque todo me sale mal.
Lin Yi, un trabajador de oficina muy trabajador, murió una noche por exceso de trabajo. Cuando abrió los ojos de nuevo, se encontró en el cuerpo de un personaje que había sido carne de cañón y que había sido casado con un magnate como parte de una alianza comercial entre dos familias adineradas.
En este matrimonio, Lin Yi era prácticamente invisible. Su dominante marido nunca volvía a casa, dejándole sólo una asignación mensual de cinco millones de yuanes.
Lin Yi: ¡Qué buena oferta! ¡Es hora de vivir la vida como un adicto al sofá!
Aparte de eso, Lin Yi también tenía un hijastro llamado Huo Mianmian, un niño de tres años que era pequeño, suave y hermosamente refinado. Sin embargo, el niño generalmente era muy tranquilo y cauteloso con los demás, no se acercaba fácilmente a nadie.
Lin Yi no tenía que preocuparse por criar al niño, disfrutaba de su nueva libertad, su única preocupación era cómo gastar su dinero.
Cuando estaba feliz, compraba un inmueble comercial; cuando no estaba feliz, un coche deportivo...