No hay mal que por bien no venga.
Noah Jones siempre ha tenido claras las reglas del juego: tres noches aquí, dos allá y una de descanso. Y así cada semana, de cada mes, de los últimos cinco años. Claro, además de los conciertos en distintos puntos del país y en el extranjero. Era una buena vida, o al menos eso se decía al despertar.
La vida de Skylar Bates... Bueno, distaba un poco de ser monótona. Sky iba de aquí allá, probando suerte en diferentes sitios, nunca durando demasiado en uno concreto. Además, vendía pinturas que ella misma realizaba, en un pequeño local frente al río. Pero ella estaba bien con eso.
Hasta que, una noche, un evento los lleva a coincidir en un prestigioso club. Y los corazones se rompen, la confianza se destruye, y una chispa surge, prendiendo a la locura, la diversión, y, por qué no, el amor.