Cuando Katya decidió dejar la ciudad para refugiarse en una cabaña aislada durante tres meses, solo buscaba tranquilidad. Un lugar donde escribir sin distracciones, donde el silencio la envolviera y la naturaleza la inspirara. Pero desde su llegada, algo en aquel bosque la inquietó. No era solo la sensación de ser observada o los sonidos que, en plena noche, se filtraban entre los árboles. Era algo más. Algo que no podía explicar.
Y luego estaba él.
Seth no era como los demás habitantes del pueblo. Era seco, reservado, de pocas palabras y con una presencia que parecía reclamar cada espacio que ocupaba. Desde el primer encuentro, quedó claro que no quería que ella estuviera allí. Su mirada, intensa y calculadora, la medía con una mezcla de desaprobación y algo más... algo que Katya no lograba descifrar.
Aun así, no se dejó intimidar.
Pero cuanto más tiempo pasaba en el bosque, más evidente se volvía que Seth no era el único misterio de ese lugar. Algo se movía entre las sombras. Algo que la acechaba en la oscuridad, que dejaba huellas demasiado grandes en la tierra y siluetas borrosas en el borde de su visión.
Katya había venido a escribir una historia. Nunca imaginó que terminaría atrapada en una. Y menos aún, en una donde lo imposible comenzaba a sentirse real.
"Sentía el peligro más cerca, atormentandome, avisándome para huir. Pero algo en Seth me invitaba a quedarme, aunque los primeros días él parecía no quererme allí. Estaba dispuesta a descubrir la historia de aquel lugar, y no iba a rendirme en encontrar la razón de las cosas paranormales que sucedían."
Mi chica e' modelo, Gigi Hadid
Yo sigo invicto, como Khabib
Tengo mi vida en Argentina
Tengo mi gente acá en Madrid
Franco me dice que no pare
Que, en par de meses, sueno en París