JiMin no esperaba que huir con aquel desconocido de esa discoteca fuera una de las mejores decisiones que pudo tomar en los últimos meses. Jeongguk, por otro lado, había seguido su instinto en invitar a ese rubio que mostraba aburrimiento completo en la barra de Paradise, agradeciendo encontrar algo más profundo que una salida casual. Uno a punto de enfrentar a un corazón roto y el otro huyendo de fantasmas pasados. ¿Qué podría tener el destino para ellos?