Sound & Silence II: Novela autoconclusiva, se puede leer sin haber leído el primer libro.
Hay pocos lugares en la ciudad en los que Luca se sienta tan cómodo como cuando está en el campo, controlando el balón bajo sus pies con absoluta precisión. De hecho, solo uno: The Black Shep, la tienda de música de su cuñada. Un local con discos, vinilos y música llenando las paredes y cargando de vibraciones cada rincón. El último lugar en el que se le esperaría ver, porque es sordo.
Kennedy Hastings ha tomado la decisión más importante de su vida, se ha alejado de su pasado y construye su nueva vida, aunque para eso debe adaptarse a las reglas de su padre. Un padre con el que no se ha llevado demasiado bien nunca. Por lo que, en cuanto se le presenta la oportunidad de dejar de atenerse a sus normas, no la desaprovecha.
Tras una pequeña encerrona, Luca debe admitir que tenerla como compañera de piso, no es tan malo. Le entiende, tiene un humor que le resulta atractivo y le gusta pincharla. Sobre todo, porque no se amilana bajo ningún concepto.
Kenny está enfadada con el mundo y solo quiere gritar. Luca ni siquiera puede oírla.
¿O sí?
"Adoro la ambivalencia poética de una cicatriz, que tiene dos mensajes: aquí dolió, aquí sanó"
-Louis Madeira
Adriel esta roto, pero intenta sanar.
Hope esta rota y se ha dado por perdida.
En el momento en que sus caminos se cruzan Adriel siente la extraña necesidad de acercarse a ella y Hope se ve reflejada en Adriel.
Él se siente profundamente atraído hacia ella pero ella no tiene tiempo para juegos.
Ella querrá ayudarle a sanar pero él no cree en los milagros.
Hope esta rota y Adriel también lo está.
Pero en cuanto se ven irremediablemente obligados a convivir juntos se dan cuenta de algo.
Resulta que de alguna manera los pedacitos de sus corazones rotos encajan formando un puzzle perfecto.
Pero... ¿puedes querer a alguien más cuando aún no has aprendido a sanar?
¿Acaso puede un corazón roto ser la esperanza de otro?