Cariño, Nunca he estado lista para decirte adiós. Verte marchar sin saber si regresarás es más doloroso de lo que podrías imaginar. Sé que también es duro para ti partir. En primavera te marchaste prometiendo que volverías, dijiste que no serían tantos meses como antes y ya ha pasado más tiempo del que mencionaste. El otoño me está consumiendo. Necesito saber que estás bien y tenerte en casa de nuevo a salvo ayudaría mucho en estos momentos. Escríbeme cuando puedas. Te extraño y necesito más que nunca. Vuelve pronto, por favor. Con amor, Emily Esta historia está narrada por medio de cartas y notas.