Jungwon admiraba a Jay, el presidente de los estudiantes. Admiraba sus notas, admiraba sus talentos y admiraba su personalidad. Era un amor imposible para él. Jungwon decidió dejarle una carta anónima en su mochila. Luego fueron dos, tres... Fueron muchas cartas. Jay vió las calificaciones de Jungwon y le pidió su ayuda para un proyecto escolar.