Todos saben que el bosque está maldito.
No debes entrar en él bajo ninguna circunstancia. Escúchame bien y atentamente, y aunque mis palabras suenen extrañas, debes, por tu bien, creerlas. Es ese bosque un lugar maligno, nido de los monstruos más extraños, ecos del averno. Es un lugar para la magia más malvada, para los demonios y las brujas. No hay en él lugar para los humanos. Mantente lejos del bosque, porque sus bestias tienen hambre, porque sus monstruos son mentirosos. Porque están solos.
Todos saben que el bosque está maldito.
Todos, menos Anwin.
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.