20 de diciembre. Junto al viejo lago de cañas azules.
- El mes pasado terminé la terapia, el doctor dijo que necesitaba más tratamiento y todos estuvieron de acuerdo, pero ya no tengo ganas de nada, ni de vivir mucho menos de continuar con lo mismo de todos los días, así que en estos momentos deben estar preocupados, mamá quiero volver, pero sigo viviendo por el simple hecho de sobrevivir porque así los otros lo desean para mí, ya no siento felicidad, ya no me importa nada ¡cual es el sentido de todo esto! Al parecer estoy cansada y a simple vista agotada. De verdad lo siento mamá por todo esto, espero que no te sientas culpable, sobreviviré un tiempo y luego me marcharé soy demasiado débil hasta para acabar con mi vida.
- Ahí. La veo, es la señorita Ellie - di la vuelta encontrándome a la distancia al enfermero Jos.
Traté de correr, lo intenté, pero sabía que eso solo traería problemas y preguntas y no quería, así que me detuve de golpe.
- Tráiganla - ordenó el doctor Dreu, con la misma arrogancia de siempre.
Es hora de volver. El tiempo siempre será corto para todo lo que te quiero decir mamá. Por favor, vuelve pronto.
( la historia tiene un montón de errores ortográficos, es el primer vistazo a la pequeña historia que he tenido en mente)
Es una historia LGTB, así que si no es de tú agrado, podes retirarte :)