Lucía siempre había tenido en claro que no quería un amor mediocre. Quería vivir un amor real. Uno que en verdad la movilizara, uno que no arrastrara, sino más bien, la impulsara.
Cuando la oportunidad de viajar al extranjero por seis semanas se presentó, jamás se imaginó que allí encontraría más de lo que pensó.
Cuando el destino baraja sus cartas, no hay nada que se pueda hacer. Es imposible ir en su contra, porque al fin y al cabo, el destino siempre se lleva su parte.
Ella odia la atención
Él adora la fama que tiene como jugador
Ella ama leer
Él ama el fútbol
¿Conseguirán ser más que amigos aunque ella sea vasca y él catalán? ¿Aunque ella odie el fútbol y él leer? ¿Aunque él la vea como la fan del Athletic y ella como el defensa del Barça?