- ¡Eres un Wen! tu familia acabo con miles de cultivadores, terminaras siendo igual que ellos, siempre serás un Wen por más que actúes como un Lan.
- ¡callense! están faltando altamente a las reglas de Gusu, ¡le diré a mi tío!
- Ah, ni siquiera ellos querían que estuvieras aquí, todo fue gracias a Huan Guan Jun, el se aferro a que vieneras aquí, dicen que el y el líder Jiang fueron los responsables de matar a quien los protegía, se sintio culpable, tal vez el...
- ¡No hables de mi padre así!
- ¡El no es tu padre, nunca serás sangre de Gusu! ¿porque no lo entiendes de una vez? te crees perfecto, queriendo ser una copia de Huan Guan Jun, todo recto, obediente y perfecto, ¡eres una farsa!
- Sizhui.
Sorprendidos se giraron para descubrir a los hermanos Lan y el maestro Qiren detrás de ellos, despues, fueron sorprendidos por el sollozo que salió de Lan Sizhui, las lágrimas ya habían empezando a caer, y para cuando Han Guan Jun intento acercarse a él, el pequeño niño ya había salido corriendo.
Sizhui había corrio sin fijarse mucho donde estaba, y para cuando volvió a prestar atención se encontró en un apartado rincón de Gusu, lo reconocía porque era donde Huan Guan Jun solía llevarlo años atrás, donde tocaba esa misma canción, por los mismos recuerdos, se arrodillo en el suelo y dejo salir el llanto, no podía detenerse, y el nudo en su garganta era tan doloroso que le desesperaba, lloro y lloro, desesperado por no saber nada de su pasado, de su familia.
- A-yuan.
Aquella voz fue más como un susurro, algo que el viento trajo, alzo la vista y no vio más que un punto específico, parecía brillar con más fuerza que los alrededores, y se sentía muy atraído a el.
- ¿quien es?
- Rabanito.
#1 a-yuan el 25/02/2023
-¿Quién es mi Omega? -gruñó Harry, su voz grave, ronca, con un filo de amenaza en cada palabra.
Draco no respondió de inmediato, su orgullo luchando contra su cuerpo.
Entonces un dedo lo rozó justo ahí, provocándole un espasmo que lo dejó sin aire. El Omega gimió, desarmado, empapado, rendido.
-Te hice una pregunta -volvió a gruñir Harry, esta vez más cerca de su oído-. Sé sumiso... sé mío.
Draco lo miró con los ojos empañados, temblando, resistiéndose... pero sus caderas ya se movían buscando más.
-Tú... tú eres mi Alfa -susurró por fin, derrotado en el único lugar que aún se negaba a rendirse: su voluntad.
-Dilo bien -le exigió Harry, mientras con una caricia lenta y tortuosa lo volvía a hacer gemir.
Draco chilló bajito, su cuerpo perdiendo el control.
-¡Soy tu Omega! -gritó, aferrándose al cuello de Harry, arañando su espalda-¡Tuyo, solo tuyo!-
Harry lo gruñó entonces, satisfecho, su alfa rugiendo de placer por oír lo que tanto ansiaba.
-Eso está mejor -dijo con una sonrisa oscura-Ahora sé un buen Omega... y quédate exactamente así.
La verdadera tortura apenas comenzaba.
Y Draco lo adoraba.