En la poesía se plasman sentimientos, pensamientos, fantasías, sueños...
Cada poeta deja un pedazo de ellos mismos en todos sus versos.
Los escritores somos románticos, o pasionales generalmente, algunos hablan de ellos en su prosa poética, en su poesía, en sus ensayos o en sus novelas, o hablamos de ti, de mí, de nosotros, de cualquiera.
Me carcome el deseo inconsumerable de dar voz a mi alma a través de la poesía, que aunque sea muda, siempre te habla o te cuenta algo.
Expresarse es la forma más satisfactoria de sentirse libre,
De gritar un torrente de miedos o sensaciones aunque sea a voz bajita. A veces, ni siquiera es necesario hablar para mostrar un sentimiento, ya que, Las miradas a veces pueden ser la conversación más bonita.
La vida es poesía, tú lo eres, yo lo soy, y todos lo somos. Siempre llegará alguien que aprenda a leernos y a comprender nuestras metáforas.
¡Escúchame entre líneas!
¡Déjame acariciarte el alma con la sencillez de un verso, estremecer tu piel cuando mis frases hagan contacto con tus latidos!,
Deja que te grite, a través de la poesía, lo bonitos, lo raros, lo incomprensibles y lo maravillosos que son los sentimientos.
Deja que simplemente te hable sin voz,
y te encienda sin tocarte,
a través de la autenticidad de una rima.
Déjame conquistarte, a través de todas esas poesías que no son más que gritos inaudibles de mi alma silente.
Con metáforas y símiles quiero darte vida,
o incluso, causarte la muerte.
Matarte con una poesía es ese asesinato planificado que quiero cometer.
Quiero hacerte víctima de arritmias cuando me escuches al leerme.