Señor osito

¿p-por qué estamos aquí?... - preguntó el albiceleste mirando a su padre con miedo y algo de desesperación el cuál mantenía la mirada hacia el frente con absoluta indiferencia ante la situación.- papi ... tengo miedo...- comenzaron a caer lágrimas de los hermosos ojos color dorado.

- cállate Río, sólo vas a vivir aquí.- respondió sin mostrar ningún tipo de remordimiento al estar dejando a su hijo en manos de una persona que estaba supuestamente muerta.

- oh... gracias por tu regalo.- dijo aquel hombre con una sonrisa afilada mientras bajaba la mirada al jóven.

- ¿con él es suficiente?.- preguntó el Europeo .

- je... por supuesto - susurro sin borrar su sonrisa - ya pagaste tu deuda.-

"Papi... ¿quién es éste señor?"