Noah siempre se había sentido solo, apartado de la sociedad por ser un omega masculino, su tío siempre lo odio y no dudo en demostrárselo, su madre supuestamente se fue con su amante alfa y lo dejó con él. Noah siempre creyó esa historia y llegó a odiar a su madre por haberlo dejado con su tío. Pensó que su tío nunca lo abandonaría como lo hizo su madre, no se esperaba que su tío lo vendiera a un alfa adinerado y lo dejara allí. Ese alfa no lo quería y su vida volvió aún peor, ahora Noah era el juguete de Nathaniel, no duraría en tirarlo a la basura cuando llegara el momento. Nathaniel es un importante político, con cara de ángel para los periodistas y que se volvía un demonio cuando llegaba a casa.