Aún querías a Eren, por eso te dejé marchar, prefería que fueses feliz con la persona que amas a pesar de que eso me cause dolor. Sabías que lo nuestro era imposible, por eso tus alas no se negaron a abrirse, sin embargo me mostraste tu mejor sonrisa, sonrisa que el verdadero Cabo, el verdadero Levi no daría a conocer nunca.