La doctora Yuzu, pasa la mayor parte de su tiempo en su pequeño consultorio, podía atender y curar a treinta o cincuenta ciudadanos por día, esto sin contar a los pueblerinos nocturnos que en muchas ocasiones tocaban la puerta de su casa desesperados por algún servicio médico urgente, así que no era un secreto que la doctora ponía su cuerpo y alma en su trabajo, más bien todos sabían sin duda alguna que la doctora Yuzu vivía solamente en su mundo laboral, pero lo que nadie sabía era sobre aquél secreto que ella ocultaba.
A pesar de sus conocimientos avanzados en la medicina la doctora Yuzu, pasaba noches en vela buscando alguna solución para su padecimiento, aquella honorable doctora guardaba el secreto de que sus genitales no eran como los de cualquier otra chica, más bien ella contaba con un falo entré sus piernas.
Pero el ocultar el secreto de Yuzu se pone en juego, cuando a su consultorio la visita una extraña mujer de cabellera rosa, de nombre Matsuri, acompañada de una joven de aspecto curioso y lindos ojos púrpuras, esta última chica, de nombre Mei es regalada a la doctora, para ser su esclava. Después de una pequeña conversación incómoda y molesta con la mujer de cabellos rosas, Yuzu sin saber cómo actuar a tal gesto decide darle asilo a Mei, una joven que por su aspecto denota maltrato y violencia, la idea de Yuzu es ayudar a la joven esclava a estar saludable, pero sin saber cómo acercarse a está hace que al principio la relación de la doctora y de la chica esclava sea incómoda para ambas, pero, poco a poco con la ayuda de Yuzu las heridas de Mei desaparecen, ya con una pisca de confianza establecida está última chica se acerca a la doctora con el fin de ayudarla a resolver el problema que tiene entre las piernas, no sin antes ambas disfrutar del placer, amor y calidez de una nueva relación, ambas de esa forma enseñándose sentimientos mutuamente que jamás olvidarán.
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Natalia, una joven estudiante de medicina, se encontraba sumida en un espiral de pensamiento que le atormentaba quebrando su espíritu inquieto y afectando su carrera ¿Acaso el destino tenía un plan trazado para ella, o podría convertirse en ama de su propio futuro? Esta pregunta la iba consumiendo lentamente, pues en lo profundo de su corazón deseaba liberarse de los supuestos designios de los dioses.
Entre estos pensamiento, el recuerdo de un joven de cabellos rosados como las flores de sakura brotaba mostrándose grabado en su memoria y en su corazón.
Ahora, después de 6 años, el destino volvía a cruzar sus caminos, naciendo la interrogante si este encuentro era un señal, una invitación del universo a seguir un sendero que hasta entonces le había sido oculto.