Año 2907, el gobierno controla todos y cada uno de nuestros movimientos desde que nacemos, intentando evitar así, que vuelvan a ocurrir los hechos de hace 300 años, cuando la sobrepoblación casi lleva a la civilización a su extinción.
Para ello hay algunas normas a cumplir:
Primero, solo puede haber un descendiente por pareja.
Segundo, el gobierno debe aprobar la unión de las dos personas, comprobando la compatibilidad de ambas genéticas y consiguiendo así, un "descendiente perfecto".
Tercero, en caso de que el descendiente sea "imperfecto", llegando a provocar disturbios, conflictos y teniendo alguna señal de rebeldía será ejecutado.
Cuarto, en caso de que cualquiera de las dos primeras normas sean incumplidas, serás ejecutado.
Explicado todo esto, habréis llegado a la misma conclusión a la que he llegado yo, nuestro futuro esta predeterminado desde que nacemos y ha llegado el momento de que seamos nosotros los que elijamos que nos deparará nuestro destino.
Soy Irina Darby y os doy la bienvenida al lado de la rebeldía.
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.