En la vida hay situaciones en las cuales nos encantaría tener el control completamente como por ejemplo la vida familiar y es sentido de pertenencia a este mismo grupo. también las elecciones de vida como la elección de lo que queremos ser el resto de nuestra vida y la satisfacción que esto nos puede provocar. pero definitivamente nuestra sexualidad es algo de lo que quisiéramos tener total control como por ejemplo el momento en el que decides asumir que eres gay y el momento en que que quieres abrirte al mundo como tal. pero definitivamente de lo que jamás tendremos control es de la emociones que te produce encontrarte frente a la persona que posiblemente te va a hacer perder el completo manejo de ti mismo.