No recordaba el momento exacto en el que comenzó a soñar con esos extraños paisajes o seres totalmente irreales, solo recordaba que después del primer sueño su mente imaginaba de manera explosiva esos, locos muy locos, escenarios que la hacían feliz, alejándola de malos pensamientos y llevándola a sentir emociones que nunca en su vida había sentido estando bajo el cuidado de su irresponsable madre.
Su mente retorcida es su lugar de emociones sinceras y sonrisas genuinas, su pequeño rincón de alegría. Nunca se lo conto a su madre ni a nadie más, era su pequeño secreto, secreto que se desvaneció en una noche donde en vez de sus hermosos sueños solo podía ver blanco en completo vacío, pero que lentamente se llenaba de recuerdos que no le pertenecían, confundida y triste solo pudo reconocer entre lágrimas la figura de un pequeño ángel que la miraba con ternura preguntándole algo que no sabría responder:
-- ¿Aun no me recuerdas, Rebel? --
Maldecía el día en el que conoció a esa chica.
Créditos al creador/a de la ilustración de la portada.