"Imaginen un terreno baldío en el que se va caminando sin rumbo. No hay mucho que ver. No hay árboles, ni ríos, ni estrellas, ni sol, ni luna. Un paso tras otro se avanza, aunque no se sabe muy bien a dónde va.
De repente, tan rápido como un rayo, se siente un cambio abrupto en el cuerpo. El golpe entra por el costado izquierdo, debajo del brazo y sobre la línea de las costillas.
No duele pero incomoda. No se ve a nadie a quien culpar. Cosquillean las puntas de los dedos y se dan cuenta de que fueron heridos.
Desde algún lugar insospechado los ha impactado una bala perdida. Su instinto les confirma que han terminado en el lugar preciso para que sólo por suerte o destino esa bala haya llegado a su cuerpo.
Nadie puede escapar de una bala perdida, pues nadie puede huir de lo que no espera. Y como las balas perdidas, que van y vienen sin avisar, las canciones funcionan de la misma manera.
Hay canciones que se escriben para una persona y llegan a alguien más, o canciones que se escriben sin alguien en mente y terminan golpeando a una víctima insospechada.
Algunas veces se dispara y se golpea a la persona equivocada, otras tantas uno recibe un disparo sin saber de dónde viene.
A pesar del daño colateral, en el azar de disparar y recibir disparos, sólo esperamos que esto nunca se detenga.
Que, con todo y las heridas, sigamos recibiendo estos disparos que nos sacuden el corazón y nos recuerdan que ahí sigue, palpitando, jugando ser un blanco."
✨ Morat ✨
Y así como ellos lograron que sus canciones llegaran al corazón de muchos, espero, de igual forma, que mis historias consigan alojarse en alguna parte de su corazón. Porque de la misma manera en que las canciones impactan como una bala, así también las historias llegan a doler y, sin saberlo, se convierten en esa bala perdida que atraviesa a la persona indicada.
Espero disfruten mucho cada uno de estos relatos, que con tanto cariño fueron escritos. Les agradezco, por empezar a leerme
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...