Era tan solo una niña cuando asesinarón a mi familia, solamente mi hermana menor nezuko y yo nos pudimos salvar. Mi hermana en ese entonces tenía seis años y yo ocho. La policía al saber este suceso no tardaron en armar una investigación sobre el asesinato y el paradero de la persona que le arrebato la vida a mi familia. A nosotras nos llevaron a un orfanato solo para niñas, por suerte nadie nos adoptó, así, no nos separarían jamás. Pasaron los días, semanas, meses... Años... Y ni una pista sobre el asesino. Los oficiales vieron esto como un caso perdido, tres años de búsqueda para nada. Cuando le informaron a la directora del orfanato yo estuve escuchando, escondida para que no me vieran. ¿Eso es todo? ¿Es así como terminará? ¿Dónde está la justicia de la que tanto habla la gente? ¿¡Acaso mis padres no podrán estar en paz!? Estaba furiosa, no podía aceptar esto. Jamás hicimos nada malo, éramos como cualquier otro familia, como cualquier familia común. JAMÁS le hicimos daño nada ni a nadie. No podía dejar esto pasar, y entonces... Una oportunidad se presentó ante mi, una oportunidad que cambiaría por completo mi vida. Sin saber... Que me obsecionaria con eso. Pero a diferencia de lo otro, pude escapar de aquello, sin embargó, mi felicidad jamás perdurará sabiendo que esa persona sigue viva, en algún lado de este mundo.