Leah se mudo a otra ciudad con sus dos mejores amigos, el pueblo en el que vivía era una completa mierda y necesitaba irse de allí, había Sufrido tanto en aquel sitio, que necesitaba rehacer de nuevo su vida.
Ella pensó que al mudarse podría hacer nuevos amigos y enfocarse en la carrera que había elegido dejando de lado todo por lo que por fin decidió alejarse. Pero las cosas no salieron como lo planeaba en ninguno de los sentidos.
Jayden llevaba tres años en la facultad de medicina, tenia muchos amigos, dinero, chicas y a una madre que le daba todo lo que quería. Pero le faltaba algo, desde niño había sentido el amor de la gente que lo rodeaba, pero el nunca había sentido el calor que le brindaba amar a alguien.
Jayden era tan rencoroso, que le era imposible no guardarse el odio que tenía en el, había hecho tantas estupideces, había herido a tanta gente que lo único que podía hacer para ayudarlas y ayudarse era meterse en la carrera de medicina. Para poder sentirse mejor con el mismo.
Y después de todo, Leah y Jayden serán el trozo que le faltó a cada uno durante mucho tiempo pero las promesas que se hicieron con los dedos cruzados, uno de los dos las rompería.
Porque hay dos maneras de tener los dedos cruzados, una, para pedir deseos que se hagan realidad y dos para no cumplir aquello que se haya prometido.
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.