Mientras lord Roose Bolton sigue coronándose como dueño del norte de Poniente, invadiendo territorios que antaño pertenecían a los ya casi olvidados Stark, su hijo bastardo Ramsay se divierte con su rehén particular, Theon Greyjoy. Sin embargo, pronto los castigos comenzarán a convertirse en caprichos y encaprichamientos, desconociendo el bastardo la línea separadora de su cordura y su locura para con el isleño.