Grito al vacío.

Mía era una chica muy encantadora,amable,generosa...Tenía 15 años,su
vida era perfecta aunque todo esto cambió aquel martes 13.
Ella iba a prender un viaje desde el centro de Madrid donde vivía con sus
padres a Mallón, un pueblo de A Coruña donde su abuela y abuelo
residían.Caminaba
rumbo a la piscina municipal acompañada de sus dos amigas, Minerva y
Paula. Esa noche iba a ser la gran inauguración de la nueva
discoteca situada en el pueblo de al lado. Mía había quedado de
acuerdo con Paula en cenar en su casa y arreglarse juntas. Paula llevaba un vestido
corto,rojo y brillante y mientras Mía vestía su vestido azul,con
cola de sirena y un pequeño lazo en el lateral,fue ahí cuando
empezó a verse gorda.

Capítulo 1. El comienzo
Surgió un problema,el padre de Paula no las podría llevar. Habían perdido
la esperanza de poder ir y en el último instante de rendirse
Sergio,el mejor amigo de Mía del pueblo insistió muchísimo en que
fuera él quien las llevara a la fiesta. Las tres iban a ir
acompañadas de muchísima gente aquella noche. Obviamente el
objetivo era emborracharse hasta más no poder y marcharse a casa.
Mía no era de esas,a ella no la gustaba nada el ambiente que había
allí,rayas de coca,porros,copas cargadas de raras sustancias,lo
normal en aquel tipo de gente. Llegó la hora de irse a casa, a las
07:14 am Paula,Minerva y Mía montaron en el coche de Sergio y
prendieron rumbo a casa. A mitad del camino vieron como Sergio giró
bruscamente el coche, estaba tan sumamente ebrio y tan sumamente
fumado... Llegaron al pueblo y cada uno se fue a su casa. Cuando Mía
llegó a casa, se quitó el vestido frente al espejo.