Historia de Amaranta (bolboreta), mi intención no es apropiarme de ésta obra ni de ninguna otra. Disfruten la lectura. Era el momento de regresar a casa. Betty dejó de mirar por el ventanal del aeropuerto que daba a las pistas de aterrizaje, sacó de su bolso los documentos para coger su vuelo y se dirigió a la puerta de embarque. A su lado, un hombre llevaba recostado contra su pecho un bebé que a duras penas se mantenía despierto con tanto ajetreo.