Cuando las estrellas cayeron

Lena Bailey se niega a aceptar que su mejor amiga murió, asustada por la idea de dejarla ir y aferrada a la esperanza de mantenerla viva de una u otra manera, accede a irse de vacaciones cerca de la playa con sus padres, lejos de todo el caos. Solo que el caos siempre ha sido Lena, que ve una oportunidad en ese viaje al descubrir que con ayuda de su nuevo vecino: Cian Graves, podrá cumplir los sueños que su mejor amiga dejó dentro de una caja de recuerdos.

Cian Graves está ahí para recordarle a Lena con su carisma y su tan exótica forma de ser porque la frase "hay una luz al final del túnel" existe. Testarudo y extrovertido, pero solo en la oscuridad, con un millón de emociones perdidas y recuerdos esperando a ser creados, un alma libre que busca en las estrellas una excusa para no irse.

Y las casualidades de la vida les recordará a ambos que por mucho que queramos cambiarle el final a un cuento, este está escrito desde el principio.