Todo por mi gran bocota

Quisiera decirles que no creo en las coincidencias, en las casualidades e incluso en el destino, pero estaría mintiendo y toda mi vida -y gracias a Madre- he odiado las mentiras.

Todo comenzó por un tonto incidente o por algo que denominó "mi maldita costumbre de hablar en momentos menos indicados". Por creer que ir por el mundo insultando e incluso por hablar antes de conocer la imágen completa.

En mi entorno, he escuchado a algunos llamarle por lengua viperina, pero, no me considero que hable mal de nadie a sus espaldas al contrario les digo lo que puedo de frente y con la cabeza en alto aunque termine mal -y eso nos trajo aquí- he escuchado a otros llamarle hablar antes de pensar y mis amigos más cercanos como "Diarrea verbal" y me siento más de acuerdo y familiarizada con este último.

Y así comenzó todo...
~ Por la aceptación de una universidad nueva
~ Por la adrenalina inicial de un susto de incidente de auto.
~ Por unos profundos ojos marrones.
~ Por más encuentros, los cuales llamó casualidad, y que me hicieron temblar en cada momento.
~ Por todo eso y...
~ Todo por mi gran bocota