¡Seremos amigos por siempre!-dijo ella- nunca nos separaremos. Pero no contaba con que sus sentimientos cambiarían algún día por otros más intensos. ¡Eres la mejor amiga del mundo! -dijo él- te quiero como si fueras mi hermana. Pero nunca pensó que ese cariño cambiaría por algo más fuerte, más complicado. Ahora uno junto al otro, a escasos centímetros, están pensando lo mismo, sienten lo mismo... Pero ninguno de los dos sabe lo que siente el otro. ¿Algún día confesarán lo que sienten?