"Entre broma y broma, la verdad se asoma", dice la famosa frase. Y no era la excepción para Bennett y Snape. Bennett, una estudiante atrevida, valiente, bromista, pero inteligente. Orgullosa de quien es, no se deja opacar por nadie y, en definitiva, segura de sí misma. No podía evitar su naturaleza extrovertida, y tampoco era que se avergonzaba de eso. Snape, un profesor serio, frío, reservado y gruñón. Lleno de límites, y gracias a eso en muchas ocasiones no se permitía mostrar sus emociones o sentimientos, cosa que para él eran una debilidad vergonzosa. Completamente diferentes. Pero ya saben... los opuestos se atraen. "-Sé que está mal, profesor, pero no puedo evitar lo que siento por usted. Simplemente ocurrió -Snape se mantuvo en silencio- Sabe... si pudiera elegir entre sentir algo o no por usted, lo mejor sería no sentir nada. Sin embargo, tampoco puedo ignorar el hecho de que me gusta sentirme atraía hacia usted."