Si bien la guerra dejó muchos hoyos emocionales en sus inicios, para él la cosa fue muy distinta. Sus mejores recuerdos vivían en aquel pasado 1942, tan lejano como profundo, tan inherentemente especial, tan simple. Si tan sólo no fuera tan sensible, tal vez, lo hubiera superado... pero, para su desgracia (o quizá fortuna), éste año viviría en su memoria de ahora en adelante, para jamás abandonar lo que alguna vez ellos llegaron a ser.