Las heridas que los seres humanos aveces tenemos en el corazón, pueden ser por diferentes razones, unas más graves que las otras, pero cada quien decide como lidiar con esas heridas.
Cada quien decide si olvida, perdona o se amarga, en mi caso no pude olvidar, tampoco perdonar pero no pude amargarme porque a pesar de que hubo personas tan dañadas que me arrancaron lo que yo más amaba, tuve la bendición de que me encontrara un hombre que me salvó de caer en la oscuridad y de que me destrozaran.
Hoy día, mi padre, mi única familia y el único hombre con el que puedo permanecer sin sentirme incómoda.
O eso era hasta que llegara un hombre, uno que es considerado un peligro para mi, un policía que simplemente puede destruir todo lo que hasta hoy hemos logrado, uno detective que puede romperme o restaurarme pero la verdad nose como es que llego a entrar a mi vida y ahora solo pienso en como sacarlo.
¿El peligro?
Su profesión.
¿Mi angustia?
Su cercanía, su instinto y su atención hacia mi.
Todo en el enciende las alertas y grita que me aleje, pero el se empeña en acercarse más y más, yo por mi parte me niego a sentir y me niego a permitir que entre en mi vida o... ¿en mi corazón?