Mientras Grabriela se desmoronaba al no poder hacer nada por su madre, Sebastián lo hacía por asumir una responsabilidad que aún creía grande para el, ambos tenían un camino difícil un camino tan diferente que era imposible que no se encontrarán Pero la vida es una bastarda cuando lo pretende y hace lo que ella quiere, y ellos se encontrarían, ambos mundos colisionarían provocando un caos donde el amor sería lo último en ponerse en juego, y lo primero en mantenerse a flote ¿Y en ese choque de vidas, quien apuesta el corazón y quién deja de pelear?