Nunca sentí que comprendía todo lo que estoy por decirte, posiblemente porque estaba invadida de un miedo que no me permitía seguir adelante. Pero es algo normal, ¿no? Todos en algún momento de nuestra vida hemos sentido miedo, miedo a lo desconocido, miedo a lo que las demás personas dirán acerca del estilo de vida que llevamos como seres humanos. Pero me he dado cuenta que yo misma puedo marcar una diferencia. Y es una diferencia que tú mismo puedes marcar. Quisiera que sigas leyendo, para que sepas que no estás solo en ningún momento de tu vida, y es algo que yo puedo asegurarte, porque yo he sentido lo que tú, porque yo sé lo que se siente estar solo en un mundo lleno de prejuicios y maldad. ❝Pero con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.❞ (Gálatas 2:20)
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