¿De qué sirve ser una criatura poderosa, cuando no puedes luchar contra una decisión definitiva de alguien a quien amas?
Una nueva familia de vampiros en los territorios del Noroeste de Canadá, llama la atención en el sitio. Especialmente la nueva parejita, unas majestuosas criaturas, que entran tomados de la mano y crean revuelo en la Universidad del Noroeste, junto a sus hermanos con semejanza a un grupo de ángeles bajados del mismo cielo.
¿Recuerdan cuando Edward declaró que Bella era su marca personal de heroína? Pues, a la nueva chica vampiro, Noelle Moore, acaba de sucederle exactamente lo mismo. Esta vez con una linda y tímida chica llamada Shelly Collins. Su sangre olía deliciosamente bien, se había convertido en una adicción inmediata para ella, sin embargo, esa era la razón por la cual Shelly, sufría a diario y nadie tenía explicación alguna a ello.
La sangre de Shelly es el motivo por el cual se convierten en las mejores amigas más inseparables del planeta con Noelle. Pero, eso cambia cuando una pequeña idea martilleante en la mente de Shelly, una decisión tajante y definitiva, transforma el rumbo de todo lo que para Noelle ha resultado ser la mejor etapa de su larga vida y lo convierte en el dolor más grande que deberá sobrellevar durante toda la eternidad.
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"𝑳'𝒂𝒎𝒐𝒓𝒆 𝒅𝒆𝒗𝒆 𝒆𝒔𝒔𝒆𝒓𝒆 𝒓𝒆𝒄𝒊𝒑𝒓𝒐𝒄𝒐, 𝒂𝒍𝒕𝒓𝒊𝒎𝒆𝒏𝒕𝒊 𝒏𝒐𝒏 𝒔𝒊 𝒅𝒐𝒗𝒓𝒆𝒃𝒃𝒆 𝒄𝒉𝒊𝒂𝒎𝒂𝒓𝒆 𝒂𝒎𝒐𝒓𝒆."
Dos vampiros en busca de metas totalmente distintas. Mayleen anhelaba profundamente su venganza contra las personas que le infringieron dolor; Alec deseaba pasar su eternidad con su compañera, y si eso significaba sacrificar sus reglas con tal de que ella sea feliz, lo haría.
Mayleen lo adora... Alec la ama.