Para atesorar la alguna vez existencia de mi abuelo, recordare todos sus relatos y enseñanzas, con el fin de utilizarlas y que de una u otra forma, este siempre a mi lado.
Karate, Maestro pastelero, Construcción, Bailarín, Padre, Lustra Zapatos, Hermano mayor, peón, agricultor, chacrero, caballero y todo un casanova.
Estos son todas las cosas que mi abuelo alguna vez fue, demostrándomelo no solo con palabras, sino con sus acciones de los días que pude pasar con él.
Ahora que ya no está físicamente conmigo, deseo emplear sus acciones y palabras en situaciones en las que normalmente no sabría cómo responder, tomándolo como una solida base intangible e invisible que me permita tomar las mejores medidas.
El nombre de esta historia, "Molde viejo para figuras innovadoras" es por el hecho que mi abuelo era un maestro pastelero, siempre usaba sus métodos tradicionales para crear todo tipo de pasteles y panes, conseguía siempre sorprender a los más jóvenes en el oficio dándoles los trucos o "secretos pasteleros" para poder incentivarlos a llegar más allá del nivel que el poseía. Y también a mí, no solo como pastelero, sino como ser humano.
"Todo fue tan espontáneo, tan natural, que ha ninguno de los dos nos pareció raro que, de pronto, mi mano estuviera en su mano y que nos miraramos a los ojos como dos tontos."
_Mario Benedetti