-Hablemos, sunshine -pronunció en un susurro, lleno de ilusión-. Hay un par de cosas que quiero decirte y no tuve la oportunidad. -Claro, ¿por qué no? -pronunció el joven de anteojos carmesí, tratando de mantener la calma, aunque eso era evidente que no estaba siendo su fuerte en ese momento-. Me encantaría escucharte todo el tiempo que pudiera.