Todo deseo se anhela, darías todo por tenerlo pero el destino a veces no juega a tu favor o al de nadie. El destino es bueno con personas que no lo necesitan mientras que con los que sí, les hace rogar. El solo quería una cosa, no, él lo anhelaba como pequeño a un juguete. Su camino será largo y doloroso pero él sabe que obtendrá lo que alguna vez quiso. Nadie lo hará cambiar de opinión mas que el mismo. Pero uno no siempre tendrá fe o alguna esperanza, se agota y se rinde.