Soy una estudiante de las Bermudas, que vive únicamente en un piso moderno con su madre. Mis abuelos... prefiero no hablar de ello y mi padre no se quién es, si ni quiera mi madre lo sabe. como para averiguarlo, aunque nunca he sido curiosa respecto ese tema, así que lo ignoré completamente. Al comienzo del segundo trimestre de cuarto de la ESO un nuevo vecino llegó a mi edificio. "Llegué a mi clase, acomodé la mochila y el abrigo en mi silla y en cuanto fui a darme la vuelta hacia la puerta me percaté de que al fondo de la clase había un chico, uno al que nunca había visto. Tenia el pelo negro como la noche, con una terminación en las puntas más semejante al color ceniza pero levemente, lo tenia un poco largo y despeinado, con unas sutiles ondas que lo hacían parecer, a aun así, recién salido de la peluquería. Nada más verlo me llamó la atención de una forma inconcebible, no podía apartar la mirada de él. De un momento a otro levantó la cabeza arqueando una ceja y lanzándome una sutil sonrisilla al ver cómo lo miraba fijamente.""Levante la mirada y la fijé en sus ojos para que viera que no soy un corderito asustado pero, Dios, sus ojos eran verdes, pero uno antinatural, uno turquesa tanto verde como azul, muy vistosos y con abundantes detalles.Por lo que me quedé algo embelesada." Se llama Azael Ayers y oculta un secreto.¿Pero qué pasa si ese secreto te incluye a ti en él?
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.