A Ennely le costó mucho recuperarse de un corazón roto. Un día lastimaron su corazón, lo llenaron de inseguridad y dolor hasta que decidió colocarle una armadura camuflada en su imprudente sarcasmo, sus malos chistes y su aparente seguridad a la hora de decir lo que piensa con crudeza. Ennely es una chica de veintidós años a la que la vida le da una fuerte sacudida, cambiando su vida habitual a una completamente diferente a la que estaba acostumbrada cuando los padres que creía muertos regresan un día tocando a su puerta. Ahora debe adaptarse a la nueva vida que le espera, con mayor estatus social, nuevos padres y un círculo de amigos nuevo con un integrante algo particular. Aston Reims. Va a llegar a su vida para enseñarle que está bien sentir, está bien llorar, pero sobre todo está bien arriesgar, porque de eso se trata vivir. A él, no le van las relaciones, nunca se ha enamorado; a ella ya le rompieron el corazón y le dejaron miedos. Una inefable conexión que nacerá sin ser prevista ni evocada, y que los unirá de una forma intensa rebasando los límites permisibles que ambos tenían propuestos para sí mismos en el amor