Respira. El viento es fuerte, las nubes grises, no tarda en comenzar a llover. Estoy sentada en el callejón al costado del teatro, es mucho dolor, es mucha presión.¿Por qué, por alguna razón, existió una persona idéntica a mí? ¿Porqué todos dicen que yo fui ella en el pasado? ¿Quién es Elizabeth? Cierro los ojos, me detengo de todo pensamiento que pase por mi mente, hasta que una tenue luz comienza a abrirse paso entre mis parpados, una música de violín la acompaña. Abro los ojos, y doy con una mujer de espaldas, tocando dicho violín, ella no puede verme ni escucharme. Comienza a caminar alrededor, la luz se calma y da paso a lo que parece ser un salón. En medio de nosotras hay una mesa con un gran jarrón. No lo he pensado, ni razonado, pero comienzo a dar piruetas de ballet mientras ella sigue girando. Cuando un joven la llama desde el otro lado del pasillo por su nombre y ella voltea para que pueda ver su rostro, todo encaja.
Ella es Elizabeth. Tiene unos rasgos muy peculiares que sin duda he visto. Es como estar viendo un espejo.
Ella es Elizabeth, repito. Yo soy Elizabeth, yo compuse todas las canciones que he escuchado.
Pero Elizabeth murió, murió en el teatro que tengo a mi espalda, con las llamas recorriendo su cuerpo.
El mismo teatro que el día de mañana me estará esperando con mi recital de ballet.
Una luz blanca me ciega, y trato de moverme pero es imposible. Despierto cuando la lluvia me moja la cara y el cuerpo.
Volteo a ver lo más alto del teatro, cuando un rayo cae, seguido del trueno, dando luz y sonido al callejón.
Mañana estaré dentro de este teatro.
Pero la pregunta que no deja de darme vueltas en la cabeza
¿Quién soy yo realmente?
Un incidente en esta vida puede hacer que cambiemos para siempre nuestra personalidad, sin darnos un instructivo para regresar a ser lo que éramos. Pero siempre hay una forma de regresar o en este caso una persona que sea capaz de atravesar esos arbustos espinosos que nos cubren, manteniéndonos encerrados del mundo exterior, una sola persona que nos rescate de nosotros mismos, de nuestros errores, y sin importarle salir lastimado hasta derramar sangre.
- Esta vida se basa en estrés, organización, correr, ir, venir. Nunca nadie se toma el tiempo para apreciar un segundo de la maravilla que es vivir- le dijo el mirando al horizonte.
- ¿Qué tratas de decirme Fitwrigtht?- se corta su dulce voz mientras intenta seguir siendo imparcial.
La mira con un sonrisa pacifica- ahora veo que tu no eres fría. Tienes sentimientos- camina hacia ella para abrazarla.
- ¡Aléjate!- las lagrimas corren por sus mejillas.
Rodea su torso con sus brazos- no llores Violette, tal vez la medicina ayude unos días- respira profundo.
Lo empuja- ¡no me abraces!- limpia las gotas de sus mejillas- yo no tengo sentimientos, y me das igual Sean- corre del lugar llorando.
- Te demostrare que no- susurra para el.
Siempre necesitamos seguir aprendiendo y cuando se conoce a alguien nuevo tenemos dos opciones; enseñarle y ayudar con nuestra enseñanza o aprender de esa persona. A veces estas dos opciones se juntan dándonos una tercera.