-Es tu culpa, no tienes nada que hacer acá- reclamo James
-La curiosidad me mato- murmuro el menor de los black.
-Y eso a mí que, no tienes nada que hacer en las duchas de Gryffindor, ¿Lo sabes?- se notaba enojado, no era que se llevará mal con Regulus, de hecho no se llevaban. No había un trato bueno ni uno malo, solo no había trato.
-Pues para lo que vi, hubiera dejado que la curiosidad me matara- rodo los ojos.
James se sintió ofendido. Jamás le habían dicho eso en su vida! Que le pasaba a este niño. Era muy bien sabido que James tenía un cuerpo envidiable, un cuerpo figura TODO envidiable, este que se sentía.
-Lo que pasa...- murmuro acercándose a el- es que no lo has visto en acción.