Todo el mundo nos dice que un día encuentras a tu alma gemela, a esa persona con la que encajas a la perfección, que es ese hilo rojo al que finalmente tu alma está conectada. Pero nadie nos advierte que ese hilo rojo se refleja muchas veces en la mirada y que llega un momento en el que están hechos el uno para el otro pero solo una vez. Y que ese momento se puede convertir en una estrella fugaz que así como llega de repentinamente , así se extingue por acción del destino. Yo no creía en eso hasta que lo conocí a él.
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