Erwin le había dicho que le amaba. Le había dado un beso que se sintió como una plegaria... Y su despedida había sido el más amargo de sus venenos. Y en su corazón creció la tristeza cómo hiedra venenosa, que trepó y consumió su alma hasta que dejó de vivir, y así, dejó de amarlo...
Hasta ahora...
Porque había despertado con un hambre insaciable, con sus labios rojos, y su lengua sedienta, había degustado su último suspiro...
Y en el silencio de su agonía, Levi yace en su plena y amarga soledad, rodeado de sentimientos tan contrarios cómo el día y la noche. Está al borde de la añoranza de tiempos pasados, que más maravillosos, inspiran a su alma a seguir de pie a como la inutilidad de sus ambiciones le permitan.
"Sumido en su miseria, Erwin aparece como la luz entre nubes oscuras de un tormentoso día..."
El jovencito no quiere irse, no quiere alejarse del amor que Erwin le ha ofrecido, al cual se ha aferrado su alma y fe, cómo si eso fuese la salvación de un eterno sufrimiento.
"Cuando su luz se vuelve tan cegadora y su presencia tan asfixiante, Erwin arremete contra él."
En plena obscuridad, el frío silencio, la palpitante melancolía consume su calma y en un esporádico deseo cae en la propia miseria de Levi: miseria que le consume de la manera más rápida y dolorosa...
Ahora debe decidir si se aleja de una vez y por siempre o se hundirá con Levi en un desinhibido amor que les costará más que la calma y un poco más de miseria y malicia..
Lleno de tristeza, se vuelve consciente de que el culpable siempre ha sido él...
Luke, un niño de 13 años amante de todo tipo de novelas, series y mangas, muere y reencarna en el mundo de Wednesday con poderes psíquicos por encima de la media.
Mientras se sumerge en el mundo de los marginados y los monstruos, descubrirá que no es tan simple como parece. Luke en su nueva vida es descendiente del famoso escritor Edgar Allan Poe y debe lidiar con un viejo rencor familiar.