A todas esas personas osadas y bizarras que se niegan a ser rebaño, que a pesar de que la corriente no cesa, ellos van en contra, que ante todo mal pronóstico y paradigma asimétrico hacen que las cosas sucedan, que aunque tener valores y principios sea una desventaja, ellos no dejan de tenerlos, que se han quitado de encima esa carga pesada de prejuicios impuesta por la sociedad, aquellos que han decidido ser luz, aunque vivamos en oscuridad.
Siempre tratando de cambiar la estrella bajo la cual nacieron, construyendo su propio camino. Siendo la rama rebelde que da frutos, terminando el siclo castrador del tronco generacional estéril. Esos que vienen de atrás, del lado izquierdo de la recta numérica de la vida, luchando por un valor, por ser algo más que cero, que han decidido romper el cascaron, para no morir creyendo que el huevo era el mundo.
En lo más profundo de mí ser, allá en lo más hondo, mi alma ante ustedes se postra y brinda esta antología como ofrenda a sus espíritus rebosantes de fuerza, voluntad y perseverancia, como la gran lumbrera que nunca mengua.
¿Valdrá la pena dejarlo todo? Si me hubieran dicho el giro que daría mi vida me habría echado a reír, simplemente no lo creería. Nunca imaginaría que ese hombre prófugo me haría sentir verdadero significado de libertad.