En noches como esta me gustaría haber nacido en una flor. Imaginar que cada día que pasase una nueva abeja vendría por mi, para hacerme cosquillas en la pancita, me quita el polen que ellas necesitan y yo tengo de sobra sin dolor, sin perder el tiempo... Y todas las flores desean eso, hasta la mas hermosa quiere ya desesperadamente que su abeja llegue... Sentir los rayos del sol por la mañana, que el viento despilfarrado levante mis pétalos, sentirse la mas afortunada cuando por las noches la luz de la luna te haga sonreír porque las estrellas están cantando para ella, sin dolor, sin perder el tiempo, sin desaparecer... Cuantas vidas no daría por ser una flor. Sin embargo aquí estoy: recostada en mi habitación con las rodillas dobladas, acurrucándome por el frío que hace, dejando que las lagrimas recorran mis mejillas, estoy golpeándome interiormente por haberme dejado sentir. Pude sentir un par de abejas en mi, como bizzeando en la boca de mi estomago, pero allí jamás hubo ni habrá polen.All Rights Reserved
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